Las asanas son las posturas que practicamos en hatha yoga y se ejecutan respetando la individualidad y la fisonomía de cada practicante.
Se deben aplicar de una forma estable y asequible y junto a una correcta técnica respiratoria y de concentración se convierte en una gran herramienta.
Es importante decir que las asanas deben practicarse dejando a un lado la ambición porque esta es la mejor “amiga” de las lesiones, así que hay que ir escuchando al cuerpo y seguir las técnicas que de el maestro maestra.
¿De dónde proviene este nombre y cuál es su significado?
Vayamos por partes, asana es una palabra en sánscrito, una de las lenguas indoeuropeas, que hoy en día es lengua oficial de la India y sirve como lengua vehicular cultural en este caso con el yoga.
Su traducción literal es “asiento” y se dice que la primera fue la postura de meditación que utilizaban los primeros yoguis.
Con los años las asanas se comienzan a practicar para ayudar a dar equilibrio entre el cuerpo y la mente y mejorar la concentración que conduce a la meditación profunda.
¿Cuántas asanas existen?
Un dicho popular dice que existen tantas asanas como seres humanos, y la realidad es que tantas tantas… seguramente no.
Y de hecho esta es una pregunta con multitud de respuestas, cada texto de yoga, cada maestro antiguo o actual tiene su opinión. Los hay que opinan que las básicas son 32 y de ahí nacen infinitas variaciones, como quien dice que son 84 mil.
Así que, no seremos nosotros los eruditos que se atrevan a teorizar sobre este tema. Lo que sí podemos hacer es invitarte a que las conozcas algunas descripciones detalladas de asanas (link)
¿De donde provienen sus nombres?
La nomenclatura de las asanas proviene de los sabios que hacen referencia a nombres de divinidades, maestros y animales, de esta forma llega a nuestros días y a menudo un mismo asana tiene un nombre diferente dependiendo de la línea o estilo de yoga que se practique.
¿Qué beneficios nos aportan?
La práctica regular de yoga nos aporta grandes beneficios desde el punto de vista físico, mental, emocional y energético.
Las asanas nos mantienen fuertes debido a la activación del aparato locomotor aliviando las tensiones y corrigiendo tendencias a adoptar esas malas posturas del día a día
Nuestra mente se beneficia de la ausencia de pensamientos externos cuando se practican ya que requiere de una cierta atención.
También beneficios emocionales, por la paz, serenidad y positividad que nos aporta ayudando a que nuestras emociones se desarrollen desde un estado equilibrado.
Y por supuesto beneficios energéticos porque las asanas activan nuestros principales centros de energía para que sea distribuida por sus canales.
Esperamos haber resuelto algunas de tus dudas.
!Namasté!